ZARAGOZA. — Mientras la alcaldesa Amada Zavala continúa entre eventos sociales y periodos de descanso, los habitantes de la comunidad La Calera decidieron no esperar más y tomaron palas, tierra y grava para reparar por su cuenta los múltiples baches que afectan la carretera que conduce a su localidad.
La jornada comunitaria, convocada de manera espontánea por los propios vecinos, se convirtió en una muestra de organización y hartazgo ante la evidente falta de atención del Ayuntamiento.
Hombres, mujeres y jóvenes se sumaron con herramientas y materiales propios para tapar los agujeros que durante meses han convertido el camino en una ruta peligrosa y prácticamente intransitable.
“No hicimos promesas políticas, pero sí respondimos con hechos”, expresaron los organizadores en redes sociales, donde compartieron fotografías y videos de la labor colectiva. “El pueblo sí trabaja, aunque el gobierno esté ausente”, añadieron, en clara alusión a la falta de respuesta por parte de las autoridades municipales.
La carretera a La Calera es una de las más transitadas del municipio de Zaragoza, utilizada diariamente por decenas de familias, estudiantes y trabajadores. Sin embargo, su deterioro ha sido motivo de constantes quejas y reportes que, según los vecinos, nunca fueron atendidos por la administración actual.
El esfuerzo vecinal no solo busca mejorar la vialidad, sino también enviar un mensaje de inconformidad a las autoridades. “No pedimos lujos ni obras millonarias, solo caminos dignos y seguros”, dijo una de las participantes en la faena.
Mientras los ciudadanos se organizan para remediar lo que el Ayuntamiento ignora, la presidenta municipal, Amada Zavala, ha sido objeto de fuertes críticas por su ausencia en el territorio y su aparente desinterés por las condiciones de las comunidades rurales. En las últimas semanas, pobladores han denunciado que la alcaldesa dedica más tiempo a eventos sociales que a atender las necesidades básicas del municipio.
La frase que circula entre los habitantes resume el sentir general: “Mientras el gobierno se toma vacaciones, el pueblo trabaja y avanza.”
Los organizadores de la jornada de reparación invitaron a más ciudadanos a sumarse a futuras acciones. “No hay hora ni excusa para ayudar cuando se trata de mejorar nuestro propio camino. Unidos, el pueblo puede más que cualquier gobierno ausente”, señalaron.
La iniciativa “La Calera unida sí avanza” se ha convertido en símbolo de dignidad y autogestión comunitaria, pero también en un recordatorio incómodo: en Zaragoza, el trabajo que debería hacer el Ayuntamiento lo está haciendo el pueblo, con sus propias manos.













