ZARAGOZA. – Un grupo de ciudadanos acudió a la oficina del alcalde, Emmanuel Díaz Loredo, Piloto, para reclamar la falta de atención a sus responsabilidades, el abandono de los servicios municipales que por ley está obligado a proporcionar, además de las obras prometidas durante su campaña, las cuales ha dejado de lado, además de reclamarles el hecho de haberlos llamado “grillos” y manipulados.
En efecto, un grupo de ciudadanos, encabezados por Juan Cárdenas, acudió a Presidencia para exponer su malestar por la forma como se han dado las cosas en este municipio, donde el alcalde Piloto, cuando le reclamaban su inacción al frente de la administración municipal, simplemente sin inmutarse, mientras comía pepitas de calabaza tras el escritorio escuchaba a quienes fueron a confrontarlo.
Le reclamaron el hecho de haberlos llamados “grillos” cuando lo confrontaron en otra ocasión y haber asegurado que eran “enviados por alguien”, a lo que le dijeron que eso, para ellos era una falta de respeto, no solo para la persona que se lo dijo, sino para todo el grupo.
Piloto, simplemente los dejaba hablar, nada argumentaba en su defense, entretenido con dar cuenta de una bolsa de pepitas de calabaza que saboreaba, casi sin prestar atención a los reclamos, luego parecía reaccionar y daba a conocer algunas pavimentaciones de calles que han hecho, aunque son obras menores y no prioritarias. Como los juegos deportivos y bailongos, o programas de lucha libre que organiza.
Una mujer reclamó la falta de apoyo en seguridad pues, dijo, en días pasados un obre golpeaba a su mujer y llamó a la comandancia, a las 16:00 horas para pedir el auxilio, pero, aunque le aseguraban que la patrulla iba en camino, los agentes nunca llegaron. Fue a la comandancia para pedir de manera personal la ayuda, pero, desde las 19:00 hasta las 23:00 se retiró de ahí. No la auxiliaron. No había agentes, solo uno de guardia.
Le reclamaron obras prioritarias, pero Piloto volvía a enumerar lo poco que ha hecho y eran con el argumento; No eran las que había prometido, pero se tenían que hacer. Le recomendaron leer lo que señala la ley del código de ética para los funcionarios públicos, cómo conducirse con sus gobernados; El poder no es para servirse de él, sino para servir al pueblo, lo contrario a lo que él hace.
