La cuaresma inició con la imposición de ceniza, tradición arraigada desde cientos de años atrás y, que en este 2021, escribirá un capítulo diferente ante la pandemia de COVID-19.
La Catedral Metropolitana de San Luis Potosí es la sede donde se reúnen miles de personas en el Miércoles de Ceniza, sin embargo, este año fue diferente. Aunque el aforo del recinto se limitó a un 30 por ciento, los potosinos no acudieron al lugar en la fría mañana de este 17 de febrero, por lo que no hubo necesidad de negar el acceso a los feligreses.
La tradicional misa que encabeza el Arzobispo, Jesús Carlos Cabrero, arrancó a las 9 de la mañana. En su sermón, el Arzobispo invitó a la población en la fiesta eucarística a hacer reflexión con el arrepentimiento, ayuno y limosna.
Tras la bendición a la ceniza, Jesús Carlos Cabrero esparció las respectivas cenizas a los pocos potosinos que se dieron cita en la Catedral Metropolitana, todos ellos separados por la sana distancia y con su respectivo cubrebocas.
Debido a las medidas sanitarias en el estado, la Catedral cerró a las 13:00 horas, aunque el Arzobispo reconoció que cada parroquia puede tener sus propios horarios e implementar las medidas que crean pertinentes.
