No quita el dedo del renglón Emmanuel Govea Díaz en recuperar el dinero que asegura falta en las arcas municipales, durante su mensaje, tras la toma de protesta, pidió a Gama basarte lo ayude a recuperar el dinero que se llevó la anterior administración, que hasta a medianoche del jueves sacaban paquetes de papelería de Tesorería Municipal, aunque no le dio mucha importancia al hecho, porque de cualquier manera se lleva a cabo la auditoría y recordó que tenía aún 30 días para denunciar cualquier hecho anómalo que sea detectado. Insistió que no le va a fallar al pueblo.
El que se vio durante evento muy apurado, por irse, cuando la tormenta estaba en todo su apogeo y se olvidaron de guardar la compostura, fue el diputado Héctor Ramírez, a quien un grupo de guardaespaldas trataba a toda costa que ni una gota mojara el caro traje de su patrón, pero el agua, que minutos antes dio gracias a Dios por enviarla, el alcalde, no respetó al dirigente cetemista que gracias a su posición ya es, por segunda ocasión diputado, lo dejó empapado.
Nunca se le dio la importancia que merecía la racha de asaltos que grupos de sujetos perpetraban en las inmediaciones de Ojo caliente, donde hombre y mujeres, jóvenes, eran asaltados por facinerosos, quienes andaban en vehículos motorizados, primero fueron robos de mochilas, celulares y demás, pero llegaron al extremo cuando asesinaron a un hombre, cuyo vehículo fueron abandonar en medio de las aguas del río que pasan bajo el puente de Tierra Quemada, la gente se indignó cuando supo de esa acción criminal, pero al parecer eso a las autoridades que salieron poco o tal vez nada les interesó, total ya no afectada a la pésima imagen que tuvieron durante los seis años que estuvieron al frente del municipio, donde ahora todo son reclamos y aún falta lo que viene en camino.
Pero no fue solo el asesinato del hombre, quien vivía en la calle principal de Ojo Caliente, sino el brutal ataque que sufrió una mujer a manos de los criminales, la ultrajaron y apuñalaron, lo bueno fue que no guardó silencio, la odisea pasada, el infierno, la pesadilla sufrida, la relató con crudas palabras. De no haber sido por un familiar que acertó a pasar cerca del lugar de los hechos, tal vez la suerte de la mujer pudiera haber sido más trágica. Todo simplemente porque no se tomaron cartas en el asunto cuando se denunciaron los asaltos que hombres y mujeres sufrían cuando caminaban de la carretera al núcleo poblacional de Ojo Caliente, parecía que no existía autoridad en el municipio, no bastaba con enviar una patrulla de vez en cuando, si acaso lo hacían, se trataba de una vigilancia permanente.
Esto también aplica para la Policía de Investigación, aunque justo es reconocer que hace tiempo fueron retirados, si, fue retirado el grupo que se encontraba comisionado en la demarcación, no se dieron mayores explicaciones, solo se supo que había sido por exigencia del entonces alcalde Israel Reyna Rosas. La seguridad pública fue trastocada, a los agentes municipales parecía les era más cómodo y fructífero para la administración municipal, para las arcas municipales, detener personas en la vía pública que tomaban cerveza o que les parecían sospechosas, para aplicarles multas de varios miles de pesos, sin darles recibo, o fastidiar a turistas a quienes aplicaban multas y tampoco les daban recibo, todo eso fue documentado por afectados y afectadas, a través de denuncias públicas hechas a través de redes sociales.
También la inundación de varias viviendas, así como de locales comerciales, dejó en evidencia la improvisación, como es el caso de Protección Civil, dependencia que carece de lo más elemental para enfrentar este tipo de eventualidades, solo unos cuantos botes de plástico para acarrear agua y apagar incendio, con machetes, palas y demás, además de tres o cuatro pequeños extinguidores, eso, la verdad no se vale, mientras torneos de futbol para el ego personal, se llevaban buenas partidas del presupuesto, con el engañoso argumento de promover el deporte. Es triste ver, conocer la triste realidad como se deja un municipio que, en verdad, merece mejor suerte.
La gente ha puesto su confianza en el nuevo alcalde, Emmanuel Govea Díaz, quien de entrada sabe de los múltiples problemas que aquejan al municipio y se ha comprometido a tocar puertas, donde sea para recuperar esos seis años perdidos, para devolver la dignidad arrebatada a un pueblo que, aunque levantaba la voz, no era escuchado. Emmanuel cuenta con el respaldo de los 12 mil 501 que le llevaron a un triunfo contundente, avasallador, a más de dos a uno sobre su más cercano adversario político.
Un poeta escribió; Mañana, todo será diferente. Esperamos que esto, en Santa María del Río, se haga realidad.
