El líder del extinto Cartel de Guadalajara, Caro Quintero, se ha convertido en el fugitivo más buscado por la DEA, ( Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos). En un comunicado lanzado recientemente, la agencia, informó que ofrece una recompensa de 20 mdd por información que pueda llevar a su captura.
La DEA reiteró que Quintero, mejor conocido como “El capo de capos” que actualmente cuenta 68 años, va armado y es peligroso.
El narcotraficante está acusado de ser el responsable del secuestro, tortura y asesinato del agente federal Enrique Kiki Camarena en 1985, además de homicidio, asociación criminal y distribución de marihuana y cocaína.
La agencia sigue la pista del capo desde que recuperó su libertad en 2013, pues indagan sobre posible negligencia al momento de brindarle un amparo.
El narcotraficante sinaloense, obtuvo, de nuevo, su libertad luego de 28 años, gracias a un amparo concedido por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito en Jalisco firmado por la magistrada Rosalía Moreno, Lucio Lira Martínez y José Félix Dávalos, quienes consideraron que Caro Quintero debió ser juzgado en el fuero local por el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena y no en el federal, como sucedieron los hechos.
Tras su liberación, la DEA abrió una investigación contra los tres magistrados y un grupo de empresarios relacionados al expresidente Peña Nieto, pue se tiene la creencia de que participaron en un caso de corrupción.
Las alarmas se encendieron cuando se detectaron transacciones bancarias sospechosas, entre las cuentas de los magistrados, empresarios, familiares del capo y prestanombres.
Pese a que la investigación inicio en cuanto Quintero consiguió su libertad, las autoridades estadounidenses se rehúsan a compartir avances de la investigación con el gobierno mexicano.
La agencia Reuters aseguró que el gobierno mexicano negoció la liberación del general Cienfuegos a cambio de la detención de un importante líder del narcotráfico. En primer momento se habló del Mencho, del Mayo, pero todo apunta a que se trata de Quintero.
El gobierno mexicano asegura que esa conversación jamás existió.
Los investigaciones realizadas por la DEA identifican a la agrupación de Quintero como una de las mas poderosas del país, y podría haber financiado al Mencho y a su organización. Desde que el “Capo de capos” salió de prisión se convirtió en la punta de lanza de la organización del Mencho: a través de alianzas movía piezas en Sonora, donde su presencia es admirable, así como en Chihuahua y en regiones de Baja California.
