La madre inmaculada
Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican, no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo y que las leyes no lo protegen contra ellos, sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un auto-sacrificio, entonces podrá afirmar sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada. Ayn Rand.
Se aproxima una temporada de caza de patos, aunque en este país raro, a veces los patos le tiran a las escopetas.
Atrapados en una pandemia, sumidos en escándalos de corrupción y con una variante del COVID – 19 que amenaza con disparar los contagios a niveles indeterminados y saturar la capacidad hospitalaria del estado. La semana concluye con un récord diario de contagiados superior a mil habitantes. Los ciudadanos, poco aptos a la comprensión de protocolos, medidas de seguridad y todo aquello que implique distraer su vida en la lectura de tres cuartillas, se informan viendo videos en Facebook.
En el imaginario colectivo del mexicano haber recibido una de las dos dosis de las vacunas disponibles en México, implica ya casi estar vacunado, y haber sido inoculado en dos ocasiones es igual a ser inmune al virus que tiene en ciernes al mundo. Además de contar con algún “detente”; alguna estampita de la virgen de Guadalupe; la oración de Pancho Villa; un ojo de venado; la magnífica y un par de chiquiadores por si acaso, no vaya siendo la de malas.
Esto implica que pueden volver a su vida normal, lo cual es maravilloso porque podemos regresar a lo que hacíamos antes de la pandemia como ir a bibliotecas; visitar museos; acudir a la institución académica de su preferencia o algún sitio de culto religioso; volver al teatro o al concierto de la orquesta sinfónica de estado, es lo que más añoran los potosinos. Somos un pueblo culto, eso no se niega.
Sin embargo también hay personas irresponsables, organizan fiestas en sus casas para evadir la restricción del aforo en los salones y centros sociales debidamente regulados. Tal parece que la autoridad es muy eficaz a la hora de dictar protocolos y normas que no tiene la capacidad de hacer cumplir. Tal vez por eso el fracaso del manejo de la pandemia.
Por su parte, el pueblo sabio no sabe cómo comportarse, y aunque seguramente hablará de una conspiración reptiliana que descubrió en un video de youtube, lo cierto es que con el paso de los días han caído en un desasosiego monstruoso que da tiricia hablar de ello. Los mismos idiotas que vulneran el derecho de terceros violentando las indicaciones de sanidad que algunos cuantos respetan, son aquellos que arrastran un anciano a las puertas de un hospital exigiendo que sea atendido porque fue contagiado por sabrá Dios quién sabe.
Aquí en San Luis Potosí ya estaban desmantelando las unidades “centinela” para convertirse en centros de vacunación masiva, nunca supimos si los respiradores y toda la inversión que se hizo para aumentar la capacidad de atención a enfermos en estado crítico se utilizaron, al menos con los 700 millones que de forma contingente se autorizaron para hacer frente a la crisis. Licitaciones exentas por la urgencia; compras a “mano alzada” a comercializadoras que especulan y lucran con la tragedia; millones de ida y vuelta para financiar alguna fallida campaña política.
Lo que se conoce son historias de miles de potosinos que perdieron su patrimonio intentando salvarle la vida a un familiar y en su desesperación cayeron en las garras de algún hospital privado que sacaban los ojos antes que despojar a un cuerpo del virus o la vida.
Se sabe que para dejar entrar a un enfermo al área COVID de un hospital privado se pide un millón de pesos de garantía. No van a perder el tiempo en algún despojo del sistema capitalista. Sólo sobrevivirán los más fuertes y afortunados. La incompetencia de los funcionarios de la secretaría de salud a cargo de las unidades centinela ayudaron a crear una sobredemanda y provocaron que se “encarecieran” los servicios privados. Sé que hay un lugar especial en el infierno para aquellos que se favorecen del dolor ajeno pero, alguien debería tomar venganza en esta vida.
Algo pasó entre la ex titular de la secretaría de salud Mónica Liliana Rangel y el lacayo que dejó a cargo cuando se lanzó en pos del sueño de ser gobernadora del estado. El actual responsable de la salud de los potosinos tenía un rato con una frase retumbando en su mente, “criterio de oportunidad”. Me imagino que piensa que las cosas del mundo real son como en las películas gringas. Su intención de hacer un trato con el nuevo gobernador Ricardo Gallardo Cardona salió mal. Los “bisnes” se hacen entre iguales.
Miguel Ángel Lutzow Steiner se equivocó al pensar que los “dedos” son bien vistos entre ligas de criminales. En otros tiempos, y en otras latitudes, por menos que eso te regalan una corbata colombiana y te ayudan hacer el nudo. La verdad es que Mónica Liliana gobernó con mano de hierro la secretaría de salud, cuando trajo a Lutzow Steiner de la Ciudad de México muchos asumieron que érase un experto en algún área de la administración de servicios médicos, resultó ser un lacayo, especialista solo en agradar a la todopoderosa y castrante jefa.
Ahora el líder de la sección 33 del sindicato nacional de trabajadores de la secretaría de salud (SNTSA) anuncia una marcha para los próximos días en contra del secretario Lutzow, las alegatas van desde algunas jubilaciones que se dilatan mañosamente hasta el gravísimo faltante del fondo de ahorro capitalizable, en una reunión de trabajo, torpemente el secretario aseguró que “se estaban haciendo las gestiones necesarias para que la secretaría de finanzas entregase el recurso”. Se suponía que nadie debía haber tocado esa cuenta.
Los tambores de guerra están sonando, una madre necia y obcecada reniega de su putativo vástago. El miserable paria que fue rescatado de su bastardía para ser llevado a los altos vuelos, se arrojó al vacío y sin paracaídas. “El crimen, no paga”. @gandhiantipatro
