Daniel y Davy Macias, con siete meses de embarazo, fallecieron por COVID-19 y dejaron huérfanos a cinco menores, incluida la bebé que nació mientras la mujer estaba intubada. Ambos decidieron no vacunarse, sólo ser “cautelosos” para no contagiarse.
Davy, de 37 años, era enfermera de parto en el sur de California, Estados Unidos. Tenía siete meses de embarazo de su quinto hijo cuando la hospitalizaron por COVID-19, indicó CNN Estados Unidos.
Días después, Daniel, su esposo, de 38 años, dio positivo y mientras lo atendían en el hospital donde se encontraba Davy se enteró del nacimiento de su hija.
Las enfermeras le enseñaron las fotos de la bebé, antes de que él también falleciera por complicaciones de COVID-19, dos semanas después.
Ninguno de los padres alcanzó a ponerle un nombre a la recién nacida, conocida como “Baby Girl”, pues cuando el personal del hospital llamó a la abuela Terry Macías, quien ahora cuida a los cinco huérfanos, para saber el nombre de la niña, respondió: “Esperaré a que mi hijo le ponga nombre”.
La abuela contó que Davy y Daniel no estaban vacunados. Ella murió el 26 de agosto y Daniel el 9 de septiembre, dejando sin padres a sus cinco hijos, que varían en las edades: de tres semanas a 8 años, indicó Terry Macías a CNN, el lunes 13.
“No es que no quisieran vacunarse, lo planearon”, según la abuela, pero los justificó diciendo que “se trataba de una decisión personal y que cada uno quería aprender más sobre su seguridad (de la vacuna) antes de ser inoculado”.
La abuela Terry es maestra jubilada de un jardín de niños y cree que su hijo y su nuera contrajeron el coronavirus luego de un viaje familiar a un parque acuático cubierto, antes de que sus hijos regresaran a clases presenciales, en agosto. Se contagiaron de la variante Delta.
Cuando supo que habían fallecido, lo comunicó a sus nietos. El de 8 años y la de 5 entendieron que sus padres murieron, pero dijo que no estaba segura si comprendían que eso implicaba que no volverían a su hogar.
La niña de 3 años –contó– se despertó el jueves 9 y le dijo a su abuela que soñó que su padre regresaba del hospital, pero más tarde se enteró que su papá estaba muerto y rompió en llanto. Su abuela sólo atinó a decirle: “Lo sé bebé, pero a veces nuestros sueños no se hacen realidad”.
Antes de que empezara la pandemia, a principios de 2020, la pareja Davy-Daniel vendió su casa y vivían con los padres de Daniel. “Amaban a sus hijos más que a nada”, señaló, y aseguró que la familia sigue consternada por la pérdida de la pareja debido a las complicaciones por COVID-19.
“No lo vimos venir. El COVID-19 no discrimina. Es la suerte, el sorteo, y le puede pasar a cualquiera”, afirmó la abuela, entre lágrimas.
“Espero recuperarme pronto”, escribió Davy en redes sociales. Nunca supo que su esposo Daniel estaba en el mismo hospital, enfermo de covid-19. El 16 de agosto nació la bebé y solo el papá supo del alumbramiento, la conoció por fotografías, pero nunca la vio personalmente.
En uno de sus últimos mensajes, Davy se había arrepentido de no haberse vacunado, indicó una familiar de Davy.
“Me escribió: ‘A todos los que no estén vacunados, les recomiendo que lo hagan”.
