La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) confirmó el día de hoy que detectaron presencia del líquido en varios cráteres del satélite natural de la Tierra. Varios reportes señalan la detección de moléculas de esta sustancia, así como la existencia de pequeñas áreas en la superficie del satélite donde el agua podría quedar atrapada de manera estable. Estos hallazgos pueden tener implicaciones para las futuras misiones a la Luna.
Hace dos años ya se habrían detectado signos de hidratación en la superficie lunar, particularmente alrededor del polo Sur, que posiblemente correspondían a la presencia de agua, pero el método empleado no podía diferenciar si se trataba de agua molecular o hidroxiles.
Otro informe señala que el agua puede acumularse en unos 40.000 kilómetros cuadrados del satélite, una superficie similar a la de Extremadura.
“Aún no sabemos si podemos usarlo como recurso, pero conocer sobre el agua en la Luna es clave para nuestros planes de exploración Artemisa”, comentó Jim Bridenstine, el jefe de la NASA.
Las moléculas descubiertas estaban presentes en las latitudes altas del sur del satélite con una abundancia de entre 100 y 400 partes por millón. Futuras observaciones podrán ampliar la extensión espacial analizada. Según los autores, el agua detectada probablemente se encuentre almacenada en forma de cristales o entre los granos de la superficie lunar que la protegerían del duro entorno.
Ahora, el telescopio de la NASA montado a bordo del Boeing 747 ha captado luz infrarroja en una longitud de onda que solo puede emitir el agua. No hay ningún otro material en la Luna que pudiera dar esa misma señal, explican los responsables del trabajo, que se publica hoy en Nature Astronomy.
El telescopio se apuntó al cráter Clavius, un boquete de más de 200 kilómetros de diámetro cerca del polo sur del satélite. Los responsables del descubrimiento, liderados por Casey Honniball, planetóloga de la Universidad de Hawái e investigadora de la NASA, señalan que la abundancia de agua en este cráter es de unos 200 microgramos por cada gramo de tierra lunar.