Sigue viva la tradición, donde, según las creencias de la cultura prehispánica las mariposas monarca son el espíritu del bosque y el alma de los muertos. Las mariposas monarca anuncian el arribo de las almas de los muertos al mundo de los vivos.
Mexicas, mixtecas, teotihuacanos, toltecas y zapotecas rendían admiración con el paso de las colonias de insectos a su zona de hibernación.
Los aztecas la llamaban Quetzalpapalotl o mariposa sagrada y la asociaban con Xochiquetzal (flor preciosa), diosa de la belleza, el amor y las flores. Los purépechas la llamaron Kolombrini parakata y los otomí tümü.
Según la leyenda, los muertos viajan en las alas de las mariposas y es así como llegan hasta los altares de sus familiares.
Así, fieles a las costumbres y tradiciones, habitantes de los municipios de la Región Centro del Estado celebraron el Día de Muertos, en los diferentes panteones, donde, como romería, familiares y hasta amigos de quienes se adelantaron en el adiós a la vida, fueron a visitar sus tumbas, la mayoría abandonadas durante todo el año, solo en estas fechas es cuando se llenan de colorido con las flores de cempasúchil sobre las lápidas.
También hubo donde se rindió homenaje a las víctimas mortales de COVID-19, como es el caso de Tierra Nueva, donde en la recepción de la Oficialía del Registro Civil se instaló un altar monumental, donde fueron colocadas diferentes ofrendas y las fotos de las 13 personas que se contabilizan, hasta el momento, como víctimas mortales de la enfermedad.
En el atrio de la parroquia de San Nicolás Tolentino, se encuentra una tumba olvidada, la cual pasa desapercibida, solo una fecha indica el lugar donde, se supone, descansan los restos de una persona, ese lugar no recibió ninguna visita, ni una flor, solo la sombra de un viejo naranjo.
En todos los municipios que conforman la Región Centro, tal y como sucedió en todo el estado y el país, miles de personas acudieron a los cementerios para cumplir con el ritual de llevar flores, limpiar la tumba y recordar los momentos cuando se contaban entre los vivos.
