Se acabaron las elecciones y comienzan las impugnaciones, esto nunca termina. Inmediatamente después de asumir el cargo cualquier funcionario comienza su precampaña para la reelección o en su defecto, para el cargo inmediato siguiente, el cual será financiado con el que en ese momento ostente. Así es la democracia mexicana, es un acto simple y llano de apropiación de voluntades, espacios de poder, compromisos específicos con grupos de interés, gremios o asociaciones de filántropos que buscan primero el beneficio propio bajo la bandera del bien común. Hasta el ciudadano común, pero con un mínimo de liderazgo, aprendió a venderse y a revender los votos de sus representados, puede ser un líder de colonia, o de un grupo de comerciantes callejeros, o algún conglomerado de tiendas pequeñas que comenzaron formalizando una asociación para gestionar la agilidad en los trámites para renovación de licencia de funcionamiento, y terminaron convirtiéndose en una mafia, la misma historia de siempre. Aun así, los partidos políticos ya no invierten en estructuras de organización, ahora se compran los liderazgos y los votantes cada que se acercan los procesos electorales en lo que yo llamaría: el outsourcing electoral.
Se impugnaron muchos ayuntamientos, el quince por ciento de ellos tuvieron resultados con diferencias mínimas, sobre todo esos en los que se juega rudo y hasta la “maña” se mete al robo de urnas, el secuestro de operadores y la compra de votos. En Santa María del Río un comando de sicarios derribó el portón de una escuela donde se realizaba el cómputo de la casilla y se llevaron las urnas y material electoral cuando ya estaban las actas y el cómputo hecho. Aún no saben lo necesario para ser delincuentes electorales, no es lo mismo andar patrullando la zona con las armas de uso exclusivo del ejército mexicano que entender la dinámica del juego político y actuar en consecuencia. En Villa de Reyes impunemente secuestraron operadores políticos y sembrando el terror favorecieron la ratificación de la marca registrada. Este municipio es de los más codiciados del estado por su condición geográfica y por el inmenso valor de su dirección de catastro (al menos en papel) dadas las condiciones para la instalación de un gran número de empresas rémoras que vienen persiguiendo a las armadoras de autos. Ese pueblo pintoresco que fue ya no volverá. Hasta los delitos mutaron, antes se mataban a machetazos afuera de las cervecerías inmundas y ahora se dan “levantones y mutilaciones sin el menor pudor o intervención de la autoridad municipal, estatal o federal.
En Salinas de Hidalgo se da el curioso caso de que el integrante de una vieja familia caciquil ganó por un partido local que perdió el registro. El partido Conciencia Popular en ese municipio llegó a tener honrosas participaciones y en esta ocasión no podría ser distinto uniendo fuerzas con el poderoso clan de la familia Páez Galván, ya perdí la cuenta de cuantos hermanos Páez han sido presidentes municipales. Después del cómputo la diferencia no fue mayor a una centena de votos, a ver cómo le va en la segunda sala del tribunal electoral del poder judicial de la federación. Quizás el más ejemplar y polémico de los cómputos fue el que corresponde al municipio Axtla de Terrazas en el corazón de la huasteca potosina, ahí se anularon 200 votos al candidato de Morena Gregorio Cruz Martínez actual presidente municipal que busca la reelección. Se fue cayendo la ventaja uno a uno, hasta que la candidata del PRI Clara Azuara tuvo una diferencia de sólo uno. Casi que no había consigna, pero oiga usted cómo les encanta el teatro a los consejeros del Ceepac.
En los resultados finales hay constancia de que la cantidad de votos nulos es una exageración, 900 nulos en un municipio que se gana con cinco o seis mil votos, ahora sí que muy difícil gobernar un lugar donde cualquier persona te puede detener en la calle y alegar, y decirte que por su voto ganaste. Y es verdad. Se habla de seis votos que fueron depositados en una urna de la elección federal, y ahorita cualquier historia es válida para que don Gregorio Cruz alias “el goyo” vuelva a la senda del triunfo. Por lo pronto en los tribunales electorales del estado no va a cambiar nada porque el gobernador del estado (dicen) lo trae de ojeriza. No me malinterpreten, no digo que el gobernador intervenga en las decisiones del tribunal, solo digo que los magistrados no son tontos y están muy informados y “jamás de los jamases” harán algo que pueda hacer enojar a nuestro caprichoso jefe del ejecutivo. Por lo pronto Morena anunció que acudirá hasta las últimas instancias por los municipios de Axtla, Tampamolón Corona y San Ciro de Acosta.
En la asignación de los diputados plurinominales también hubo inconformes, a veces porque las mujeres suelen arrebatar las posiciones políticas por el simple hecho de existir y ser un grupo vulnerable que necesita sobreprotección, pos oiga, a veces se dan historias de que algún “macho progre” ya está bien feliz festejando la promesa de tres años de borracheras y desveladas, cuando de pronto llega alguna gentil dama y le quita el hueso del hocico que ya se estaba saboreando el infeliz. O peor aún, -y en eso si hay mucha maldad- como al Marcelino Rivera Hernández alias “Marcianito”, apenas lo habían publicado como próximo diputado por el partido acción nacional, -al PAN solo le tocaron 2- y le cayó la voladora, resulta que tenía algún pendiente en su paso por la alcaldía de San Martín Chalchicuautla de donde es oriundo y en donde gobernó hace cerca de diez años. El caso es que en mal momento se le ocurre al instituto de fiscalización hacer su trabajo y lo inhabilita por veinte años y le coloca una multa de trece millones del águila. Ya no hay moral, le jodieron el festejo y sin saliva.
Marcianito tuvo que hacer cosas terribles para conseguir esa segunda diputación plurinominal y volver al selecto grupo de los “cochuperos” institucionales, ahí donde por aprobar un préstamo al jefe del ejecutivo y no vuelve uno a trabajar en la vida. Ha de tener un enemigo poderoso o demasiada mala suerte. En el cisma Verónica Rodríguez vs Xavier Azuara saltó a tiempo del barco y se volvió incondicional e imprescindible de la recién electa senadora de primera minoría. Verónica utilizó a marcianito por sus supuestas dotes de alquimista electoral, aunque también le podemos atribuir las peores pifias del calendario electoral 2024, como en los casos -o más bien, fracasos- de Rioverde, Ciudad Fernández, Xilitla, Aquismón y Ciudad Valles donde podrían haber sido competitivos y terminaron signando un fiasco. Aun así, valió la pena pues Verónica Rodríguez le correspondió con la segunda diputación plurinominal y como dice el dicho popular: tan amigos como siempre.
Es difícil saber si el titular del instituto de fiscalización va en serio o nada más está aplicando un calambre de esos que le enseñó el extinto Cándido Ochoa Rojas a nuestro ínclito secretario general de gobierno Guadalumpen Torres, porque si bien, aún existen medios de impugnación para reconsiderar la sanción económica e inhabilitar la inhabilitación, eso no depende del auditor superior del estado de apellido afrancesado y sangre de guachichil, Rodrigo Joaquín Lecourtois López, aunque esas decisiones están en manos del superior inmediato, el que lleva la política interna del estado. La mano que mece la cuna y arrulla al niño. El maravilloso y siempre gentil abogado de nariz respingada y flamante sonrisa. Si Marcelino Rivera llega a rendir protesta el próximo 15 de septiembre, muy posiblemente lo hará con una camisa verde.
@gandhiantipatro
