Leticia Ánimas Vargas, Coordinadora Nacional de Becas para el Bienestar Benito Juárez, presentó los avances en la atención a estudiantes de Educación Básica, Media Superior y Superior, que han sido víctimas de algún tipo de delitos o violación a sus derechos humanos.
Bajo esta denominación se considera a quienes han sufrido daño tanto físico, económico, como mental, consecuencia a violaciones a sus derechos humanos. Entre ellos, también se da atención a estudiantes desplazados, migrantes y refugiados.
Ánimas Vargas registró que desde enero del año pasado a agosto de 2020 se incorporaron al padrón de becas a 2 mil 707 personas, de los cuales 2 mil 113 son estudiantes de Educación Básica (78.06%), 440 pertenecen a Educación Media Superior (16.25%) y 154 (5.69%) a Educación Superior.
Los delitos más comunes que sufren son:
Desaparición 34.7%
Secuestro u homicidio -de alguno de sus tutores- 24.8%
Desaparición forzada 12.3%
Aunque también algunos han sido víctimas de feminicidio, trata de personas y orfandad. Comentó, además, que el 35% de las y los becarios víctimas viven en los estados de Guerrero, Tamaulipas y Chiapas.
Por último, indicó que los grupos de edad más vulnerables de las víctimas se encuentra entre los 6 y 11 años (41.9%), 12 a 15 años de edad (22.5%), 16 a 18 años de edad (13.2%). Para ellos, la posibilidad de contar con una beca para continuar sus estudios es una oportunidad para salir adelante y conseguir sus metas, a pesar de los daños físicos o emocionales que hayan sufrido, ya que la educación es una herramienta para transformar sus vidas.