Por: El Jofrito
A quien esto escribe, en sus más de 50 años como aprendices de reportero, no le ha gustado iniciar una columna con noticias tristes, pero ni modo, no siempre va o será como uno quisiéramos que fuera. Nos referimos al incendio que se registra en la sierra, donde, al momento de escribir esta colaboración, ya se estiman en más de dos mil hectáreas las afectadas por el fuego, no se sabe a ciencia cierta qué lo ocasionó, pero, en estos momento es lo de menos, no queremos decir con esto que no tenga importancia, porque de hecho la tiene y mucha, pero se den centrar los esfuerzos en ataca el problema, se trata de algo muy serio, que, según lo han comentado los ,más viejos del pueblo, no recuerdan que se tenga un antecedente de esta naturaleza, los daños al ecosistema son abrumadores, si se estima que son más de dos mil hectáreas las afectadas, baste señalar que, según los expertos, un bosque que se incendia, que sufre un siniestro de tal magnitud, tarde un aproximado de 30 años para regenerarse.
Precisamente un evento de esta naturaleza., es triste, pero es la verdad, sirve para conocer la importancia de estar unidos, la espontánea ayuda que comenzó a fluir., fue precisamente la del pueblo, la de este municipio, que el sábado por la tarde comenzaron a lanzar alarmas, pedían que las autoridades retomaran cartas en el asunto, porque parecía tratarse de algo muy serio y, efectivamente, en las fotos que publicaban en sus muros se podían apreciar las enormes columnas de humo, algunas blancas, otras negras, pero que denotaban la magnitud del problema, pero no fueron solo personas de este municipio, sino también de Santa María el Río quienes compartieron fotos. Las más dramáticas, las más preocupantes fueron las difundidas por la noche, se podría apreciar enormes filas de llamaradas que serpenteaban la sierra, como si una culebra de fuego se desplazara sobre la vegetación. Igual, los llamados que hicieron fueron dramático. No fue sino hasta el domingo cuando la ayuda comenzó a llegar y no precisamente desde primera hora.
Luego los mensajes triunfalistas muy dados en todas las administraciones estatales, cuyas oficinas de prensa, de comunicación social, en confortables salones, con aire acondicionado y con un horario que les permite salir a tomarse la copa, con lo amigos, simplemente minimizaron el hecho, al señalar en alguno de los comunicados que ya se había avanzado bastante, que todo estaba bajo control y no había peligro para la población, pero en realidad lo que había avanzado era el fuego y se acercaba a las viviendas, luego, la fallida estrategia, que no funcionó, como por ejemplo el llamado tanque colapsable, igual., el acarreo del agua de La Muñeca hasta donde se registraba el incendio era muy amplio para el recorrido de los helicópteros, mientras se trabajaba a marchas forzadas, la información oficialía a cuentagotas, esa fue la molesta de mucho terranovenses.
Fue el profesor Rubén Rodríguez, alcalde con licencia, quien suspendió sus actividades personales para unir sus esfuerzos a los de los brigadistas, se puso en contacto con el gobernador del estado para pedir auxilio para que se brindara la ayuda. La respuesta fue inmediata; fueron enviados dos helicópteros y luego un tercer, acudieron también personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil y la Secretaría de la Defensa Nacional, así mismo como Protección Civil Municipal. Pero sin lugar a duda quienes se llevan las palmas son los ciudadanos que mostraron empatía con quienes viven en la sierra. Aportaron su esfuerzo brindarles ayuda. Por cierto, hay quienes aseguran que la tardía respuesta, por parte de la Policía Estatal podía haber sido el detonante para la salida del en esos momentos era el secretario de seguridad, el general Ángel Guzmar Castillo, quien el miércoles pasado fue cesado del cargo. Ya mucho le habían aguantado, dada su torpeza ara dirigir esa dependencia, u gran mérito eran sus declaraciones triunfalistas, mientras el estado seguía y sigue, sumido en un baño de sangre.
